Al tiki-taka, sin tiki ni taka.

Aburrido de preguntar a qué juega el Betis, se me ha ocurrido que podría resumirlo en algo así, ya que parece que hay quien opina que jugamos bien, pero no tenemos jugadores ni sistema para hacer un jogo bonito.

El Betis no juega a nada. No tiene ideas, ni planteamiento. Vamos a salto de mata, sin un referente y con los nenes titulares por decreto.

En días como hoy, en los que cualquier equipillo de medio pelo nos da un repaso, no quedan ni ganas de escribir. Así pues, me limito a pedir la destitución de un técnico que ha demostrado sobradamente que no está para esto, que debería haberse retirado hace ya años y que, milagrosamente, se ha ganado a la afición de forma inexplicable.

Chaparro, destitución YA.

1, 2, 3, pollito inglés.

Los millonarios están estresados. Pobres. Chaparro, para hacer piña y liberarles del duro y monótono trabajo que supone entrenar 2 horas al día y jugar el domingo a lo que les gusta desde niños, se los lleva a jugar al paintball, para hacer piña. Más bien parece que hayan hecho otra fruta, como el melón, viendo el lamentable partidito que nos han ofrecido en el Calderón.

Lamentable partido, digo, y de nuevo de traca los cambios de Chaparro. Tardíos, inútiles y surrealistas. Xisco por Nelson (entendible sólo si somos muy generosos), Diego Segura por Juanma cuando por fin empezaba a jugar en su banda y…tatatachán…¡Melli por Arzu!, buscando, supongo, amarrar el resultado tan fantástico que estaban consiguiendo.

Y, mientras, Capi, Damiá y Vega arrastrándose por el campo, Casto ejerciendo de Casto y Monzón y Ricardo en el banquillo soñando, probablemente, en jugar en otro equipo donde el mérito para ser titular sea el esfuerzo y la calidad y no llamarse Capi o ser canterano.

Para esta semana que entra, y siempre pensando en afrontar con garantías los próximos partidos, propongo un juego para hacer piña y relajar tensiones. Que jueguen a 1, 2, 3, pollito inglés; pero, eso sí, con Capi en el muro, no sea que se nos lesione.

Dormidos e indolentes, cómplices y culpables.

En cualquier club normal de primera división, no digo ya el Madrid o el Barça, sino el Mallorca, el Valladolid, el Osasuna…un máximo accionista que ha tenido que devolver 4.000 acciones que ha usurpado a sus legítimos dueños y ha hecho uso de ellas para acrecentar su mayoría y, con ella, hacer posible contratos de vaciamiento patrimonial del Real Betis, en cualquier club normal, repito, hoy el estadio hubiera sido un clamor, un escándalo, un grito unánime contra esta tropelía. Aquí no.

Con la excusa barata del manquepierda, hemos convertido ese grito de nuestros abuelos en un refugio de nuestra incapacidad y cobardía para rebelarnos. Así es, ni más ni menos, incapacidad y cobardía la de esta afición, incapaz de poner las cosas en su sitio y cobarde ante quien nos tiene sumido en una asquerosa mediocridad que sólo merecemos por comportamiento de la afición, no por número ni por cien años de historia.
Manquepierda, que decían, como grito de rebelión ante la adversidad injusta, no como excusa mediante la cual consentir el robo, la usurpación, la mediocridad, la usura y la incultura de nuestro dirigente.

Y, a todo esto, empatando con el Español con partidazo de los 3 canteranos: Casto, Arzu, y Capi. Gracias, Don Francisco, siga apostando por ellos.